La oración en vela - La hora que cambia al mundo
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LA ORACIÓN EN VELA:
un acto de conciencia mental
LLos libros que tratan el tema de la oración raras veces estudian, o ni siquiera mencionan, la importancia de velar en 1a oración. Sin embargo, Jesús nos mandó: "Velad y orad" (Mateo 26:41; Marcos 14:38). Pablo también exhorta a los creyentes: "Perseverad en la oración, velando en ella con acción de gracias" (Colosenses 4:2; cursivas del autor). El aclaró que velar debía ser un elemento específico de la oración, algo tan importante para la oración como la acción de gracias.
Permanecer alerta
¿Qué quisieron decir Jesús y su principal apóstol cuando nos exhortaron a velar en oración? Nuestra palabra velar se tradujo del verbo griego gregoreo, que significa estar despierto o vigilante. Velar es estar despierto a fin de vigilar. También puede significar una observación cuidadosa, o estar alerta.
Cuando Jesús y Pablo usaron el verbo velar, lo que principalmente quisieron decir fue que los creyentes deben estar despiertos espiritualmente y mantener vigilancia. Puesto que tanto Jesús como Pablo vincularon el acto de velar con la oración, se estaban refiriendo a estar alerta durante la oración. Como un escritor sugiere: "Velar en oración y súplica significa tener capacidad espiritual para discernir las asechanzas de Satanás y descubrir el propósito y los medios de este último."
Cuando el apóstol Pedro nos advirtió: "Velad" ¡porque Satanás busca devorarnos (1 Pedro 5:8), usó la misma palabra griega gregoreo (que se tradujo mediante el verbo velar) que usaron Jesús y Pablo con relación a la oración.
Después que Pablo les habló a los cristianos efesios en cuanto a ponerse toda la armadura de Dios, volvió a hacer hincapié en velar. Pablo sugirió que ellos establecieran todo de la siguiente manera: "Orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos" (Efesios 6:18; cursivas del autor).
El doctor Curtís Mitchell, del Colegio Universitario Biola, explica: "Para orar correctamente, uno tiene que estar mentalmente alerta y vigilante. Muchas oraciones son entorpecidas por un estado de ánimo embotado y amodorrado." Durante esta actividad de vigilancia, nuestra función espiritual es algo parecida al ministerio de los "guardas" de los antiguos tiempos bíblicos. Con respecto a la ciudad de Jerusalén, Dios
La oración en vela ... 65 dijo: "Sobre tus muros, oh Jerusalén, he puesto guardas; todo el día y toda la noche no callarán jamás. Los que os acordáis de Jehová, no reposéis" (Isaías 62:6).
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Eso de asignar guardas para custodiar las ciudades amuralladas era una costumbre común en los tiempos bíblicos. La principal responsabilidad del guarda era la de advertir a los habitantes que se acercaban los enemigos. Lo que se quiere decir en Isaías 62:6 es que los profetas de Dios eran como esos guardas. Ellos no podían callar hasta que la profecía de Dios se cumpliera en la restauración total de Jerusalén. Esos vigilantes estaban alertas para advertir sobre el inminente conflicto espiritual.
Un espíritu de vigilancia
Lo primero que debemos tener en cuenta durante la fase de velar en la oración, es estar conscientes de los diversos modos en que Satanás trata de impedir la eficacia de nuestra oración. Desde los primeros momentos de la oración, él se acerca para atacar, tratando de apartar nuestra mente de los asuntos claves de la oración. Velar en oración es estar conscientes de esos ataques, y resistirlos firmemente.
Especialmente debemos guardarnos de la oración carente de propósito. De repente, los muchos asuntos que tenemos en nuestra lista de oración nos parecen vacíos o vagos. La oración se torna superficial. Nos hallarnos haciendo declaraciones acerca de la oración, en vez de orar pidiendo cosas específicas.
Sólo cuando desarrollarnos un espíritu de vigilancia podemos reconocer el plan de ataque de Satanás, y bloquear sus esfuerzos. Un perceptivo guerrero de oración sugiere: "Estad siempre alertas para avanzar hacia la meta de la oración, para no permitir que ningunas palabras indeseables se mezclen en ella, y para evitar hacer oraciones que no son en absoluto oraciones."
Pero velar en oración es más que desarrollar una vigilancia con relación a la manera en que Satanás pueda atacarnos. Desde un punto de vista práctico, se debe asignar tiempo durante la oración para reflexionar acerca de lo que está ocurriendo más allá de nuestro mundo inmediato. No sólo debemos estar alertas contra los ataques personales de Satanás, sino que tenemos que estar conscientes de las "asechanzas del diablo", en lo que se refiere al plan de Dios en todo el mundo.
Los pasos que hay que dar para velar
Hay dos preguntas esenciales que el guerrero de la oración debe hacerse cuando se dedica al ministerio de la intercesión. Son éstas: "¿Cuán consciente estoy respecto de los problemas de la evangelización del mundo?" y "¿Estoy enterado de la manera en que Satanás está trabajando para impedir a los obreros de Dios?"
Por el hecho de que velar significa "una observación cuidadosa", tenemos que desarrollar un plan de oración que nos ayude a observar las necesidades que nos rodean, de una manera mucho más específica. A continuación presento varias sugerencias que deben ayudar a los intercesores a desarrollar precisamente ese plan.
En primer lugar, esfuércese usted por leer artículos que le permitan estar espiritualmente consciente de las necesidades específicas del mundo. Los boletines misioneros y los informes de las organizaciones eclesiásticas pueden ser de gran ayuda para desarrollar esta conciencia. La organización Cruzada Mundial de Literatura es un ministerio que envía a varios miembros de su personal por todo el mundo, quienes no hacen otra cosa que investigar las necesidades específicas de la evangelización del mundo. Tal investigación es de gran valor para ayudar a informar a - los intercesores que estén interesados. Hay a mano mucho "combustible" para alimentar la oración de los cristianos, de modo que oren sabiendo con exactitud los motivos de sus oraciones. Es una lástima que muchísimo de esto se descuida por falta de conocimiento o de verdadero interés.
En segundo lugar, durante la oración, esfuércese para reflexionar acerca de las noticias del día. Los periódicos diarios, como también los noticieros de radio y televisión, contienen ciertos asuntos que tienen una relación definida con la obra de Dios en todo el mundo. Los problemas económicos, la intranquilidad civil, los cambios políticos y aun las condiciones meteorológicas pueden entrar en el cumplimiento de la Gran Comisión. Pídale a Dios que refresque su mente con respecto a los sucesos del día que merecen atención especial en la oración.
Finalmente, y ciertamente lo más importante, pídale al Espíritu Santo que le indique exactamente qué debe pedir en la oración; y en qué forma debe pedirlo. Ninguna de las sugerencias que se comentan en este libro puede ponerse en uso plenamente, aparte de una dirección concentrada del Espíritu Santo. De hecho, si el Espíritu Santo no nos guía, es imposible la eficacia en la oración.
Oración espiritual
Al hablar sobre la "oración espiritual", el obispo J. C. Ryle expresó.' "Recomiendo la importancia de orar espiritualmente. Con esto quiero decir que debemos esforzamos siempre por contar con la ayuda del Espíritu en nuestras oraciones, y por encima de todo, tenga cuidado con la formalidad. No hay nada tan espiritual que no pueda convertirse en un formulismo, y esto es especialmente cierto con respecto a la oración privada."
No hay nada malo en desarrollar un hábito constante y sistemático de orar, mientras velemos cuidando que nuestra oración siga siendo verdaderamente espiritual. El obispo Ryle agrega: "Si el esqueleto y el esquema de nuestras oraciones es por hábito casi una fórmula, esforcémonos para que la vestidura y el contenido de ellas, hasta donde sea posible, procedan del Espíritu." Ningún estudio sobre el tema de la vigilancia en la oración puede ser completo, sin hacer hincapié en el valor del. Espíritu Santo en la oración. Pablo les dijo a los creyentes de Roma: ''Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles. Mas el que escudriña los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu, porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos" (Romanos 8:26, 27).
Según este pasaje, resulta claro que un guerrero de la oración no queda por su propia cuenta cuando trata de entender el "cómo" de la oración. A cada uno se le ha dado la ayuda del . Espíritu Santo para que lo guíe y lo dirija. Este asesoramiento se cultiva mejor en el aspecto vigilante de la oración
En la Biblia se aconseja dos veces a los creyentes a "orar en el Espíritu" (Efesios 6:18; Judas 20). Por supuesto, eso de orar en el Espíritu, según lo he descubierto, tiene un significado grandemente diferente para distintos cristianos. El propósito en este caso no es el de evaluar esta expresión desde el punto de vista teológico. Numerosos libros han agotado ,este tema muy bien. Sin embargo, le sugiero al lector que trate de desarrollar muy ampliamente el reconocimiento del poder del Espíritu Santo en lo que se refiere a la oración personal.
Sin duda alguna la mayoría de los cristianos, sin importar sus persuasiones teológicas, estarían de acuerdo con la declaración de Lehman Strauss: "Si alguien me preguntara cuál es el primer secreto verdaderamente grande de una victoriosa vida de oración, yo le respondería: 'Orar en el Espíritu Santo.' " Este escritor agrega: "La sabiduría y el deseo humanos pueden lograr resultados humanos. Pero orar en el Espíritu produce resultados divinos."
Al leer las biografías de líderes espirituales del pasado, se hace obvio que no trataban con liviandad el orar en el Espíritu. Samuel Chadwíck, un santo que fuera poderosamente usado por Dios, habló acerca de un poderoso encuentro con el Espíritu Santo en 1882. El calificó ese encuentro como ''la clave de toda mi vida". Chadwick dio el siguiente testimonio acerca de su experiencia: "Me despertó la mente y también el corazón. Me dio una nueva Biblia y un nuevo mensaje. Por encima de todo lo demás, me dio una nueva comprensión y una nueva intimidad en la comunión y en el ministerio de oración: me enseñó a orar en el Espíritu."
Note especialmente que el encuentro espiritual de Chadwick "despertó" su mente. Este predicador descubrió inmediatamente ciertas verdades acerca de la oración; que nunca antes había observado. Experimentó una nueva intimidad en la oración diaria, algo que todo creyente debiera anhelar ardientemente.
Tal vez la razón por la cual gran parte de nuestra oración se vuelve insípida y sin vida, es que carecemos de intimidad espiritual con el único Ser que puede dar vida a nuestra oración. Juan Bunyan escribió: "En cien cosas, la más fácil es caer del poder al formulismo; pero la más difícil entre muchas es mantener la vida, el espíritu y el poder en cualquier deber, especialmente en la oración. Es la oración una obra de tal naturaleza, que el hombre sin la ayuda del Espíritu no puede hacer, ni siquiera una vez, mucho menos continuar sin esa ayuda, en un dulce estado de ánimo para orar, y en la oración, y orar de tal manera que su suplica ascienda hasta los oídos del Señor del día de reposo.”
Ver las cosas invisibles
Dios desea sinceramente revelar secretos especiales durante la oración, a fin de ayudarnos a orar más específicamente por las necesidades particulares. Velar en oración es abrir nuestros ojos espirituales para percibir tales secretos. Debemos permitir que el Espíritu Santo nos ilumine durante la oración. El profesor Hallesby enseño: "El espíritu de oración arroja luz sobre cada aspecto de nuestra vida de oración. No solo luz teórica, que ilumina nuestra mente, sino luz práctica para que la usemos al orar y para entrenarnos en la oración.
Cuando "veíamos" en la oración, aquellas necesidades que se esconden en las sombras de la conciencia humana cobran vida por medio de la luz del Espíritu de Dios. Vemos cada necesidad con una claridad sobrenatural. Lo que antes era algo borroso, ahora está enfocado.
Pronto le será dad a nuestra oración una dimensión completamente nueva. Veremos lo que es posible ver. Jonathan Swift dijo: “La visión es el arte de ver cosas invisibles” Súbitamente nuestra oración adquiere esta singular “visión” dada por Dios. Nuestra imaginación cobra vida. Mediante el Espíritu de Dios, el campo misionero no está al otro lado del mundo, sino que nosotros estamos al lado del mundo, en ese mismo campo de evangelización. En realidad comenzamos a sentir el sufrimiento de aquellos por quienes oramos.
Anne Townsend expresó esto en el siguiente pensamiento: "Si yo puedo imaginar cómo tiene que ser aquel individuo por quien estoy orando, entonces encuentro que puedo comenzar a interceder por esa persona. Mi imaginación me lleva a querer estar más profundamente relacionada con esa persona en su propia vida. Esta participación conduce a una solicitud, la solicitud conduce al amor, y el amor conduce a la intercesión.
Conforme tratamos de "velar'' en la oración, Dios ampliará la capacidad de nuestra imaginación para que veamos ciertas necesidades aún más claramente. La Biblia dice: "Antes bien, como está escrito: Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han subido en corazón de hombre, son las que Dios ha preparado para los que le aman. Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu ..." (1 Corintios 2:9, 10).
Pablo nos recuerda que el discernimiento espiritual no emerge del recurso interno de la capacidad del hombre, a menos que esté iluminado por el poder del Espíritu Santo. Esta es la razón por la cual tenemos que anhelar fervorosamente más del Espíritu de Dios en nuestra oración.
Visión interna
Al desarrollar nosotros el ministerio de "velar" en la oración, sea que apartemos dos minutos o diez para ello, pronto Dios nos llamará a hacer oraciones muy especiales. Debemos esperar ver cosas que nos causarán sobresalto.
El profesor Hallesby dio a conocer un relato que ilustra este pensamiento. Habló acerca de una sencilla muchacha campesina llamada Bolette Hinderli, quien tuvo una experiencia muy insólita en la oración, que finalmente trajo a millares de personas a Cristo.
Mientras esta joven estaba orando experimentó una visión interna de un hombre que estaba en una celda de una prisión. Ella observó la cara de él tan claramente como se ven la letras de esta página. Junto con la visión oyó una voz interna que urgentemente le declaraba: "Este hombre compartirá el mismo destino de los otros criminales, si nadie se hace cargo de la tarea de orar por él. Ora por él, y yo lo sacaré y lo enviaré a proclamar mis alabanzas entre los paganos." Bolette Hinderli obedeció el llamamiento celestial. Durante meses oró fervientemente por que el recluso conociera a Dios. Con mucha atención examinaba los artículos de los periódicos y escuchaba los testimonios de los nuevos convertidos a Cristo. Esperaba oír que alguien se hubiese convertido en la cárcel y que ahora estuviese proclamando el Evangelio.
Finalmente, durante el viaje a una distante ciudad de Noruega, Bolette Hinderli oyó anunciar que un ex recluso, que se había convertido a Cristo, daría el mensaje de la noche· en una iglesia local. Con callada emoción, la señorita Hinderli se sentó en una banca, y esperó el mensaje. Luego, Lars Olsen Skrersrud, el predicador invitado para esa noche, pasó al pequeño púlpito. El corazón de Bolette estaba henchido de gozo.
Inmediatamente reconoció la cara del hombre que predicó. Sin duda, era el mismo hombre por quien ella había estado orando.
Tenemos que depender diariamente del Espíritu Santo para que amplíe nuestra conciencia en todo lo referente a la oración. Sigamos la sugerencia de Andrew Murray quien afirmó: "La gran lección para todo momento de oración es, ante todo, que usted se encomiende a la dirección del Espíritu Santo, y dependiendo completamente de Él, le conceda el primer lugar; porque por medio de Él; su oración tendrá un valor que usted no puede ni imaginar, y por medio de El usted también aprenderá a expresar sus deseos en el nombre de Cristo."
Señor, ¡enséñame a velar!
Velar: quinto paso en la oración que cambia al mundo
- Aparte algunos minutos durante la oración para estar espiritualmente alerta. Vigile los métodos que Satanás pudiera tratar de usar para impedir su andar cristiano ese día. Reclame en oración el poder para vencer a Satanás en cada uno de estos aspectos.
- Lea revistas de las organizaciones eclesiásticas o de la evangelización misionera, que le ayuden a estar alerta con respecto a las necesidades específicas que haya en la obra del Señor en todo el mundo.
- Recuerde en la oración los diversos acontecimientos de noticias internacionales que merecen oración especial.
- Pídale al Espíritu Santo que le revele otros asuntos de tipo espiritual relacionados con esas necesidades. Esto le ayudará a usted a orar con más inteligencia por esas necesidades.
La oración en vela - La hora que cambia al mundo
Revisado por el equipo de Nexo Cristiano
on
diciembre 26, 2022
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