El desafío - La hora que cambia al mundo
El desafío
H
a pensado usted alguna vez en obsequiarle a Dios un poco de tiempo todos los días? ¿No sólo unos minutos sobrantes aquí o allá, sino ofrecerle un regalo sustancial: tal vez hasta 60 minutos todos los días? Sería un tiempo que usted pasaría a solas con Dios, en “oración y estudio de la Biblia”·
Antes que usted exclame: "¡Imposible!" y deje de leer, dele una breve mirada a este diagrama. El mismo indica un plan básico y práctico para la oración diaria.
El propósito de este plan es hacer especial hincapié en afectar al mundo en que vivimos, por medio de la oración. La oración, cuando se la enfoca adecuadamente, hace más que simplemente cambiar la vida de uno mismo. La oración se extiende con amor hacia el mundo agonizante y dice: "¡Me preocupo por ti!"
Pero, ¿por qué establecer como mi meta una hora diaria.
La respuesta más razonable es que Jesús les habló a sus discípulos acerca de un tiempo de esta duración. Fue en un huerto solitario, bajo el cargado cielo de Judea, donde Jesús les preguntó a sus discípulos: "¿Así que no habéis podido velar conmigo una hora?" (Mateo 26:40). Nuestro Señor sabía que la oración es la única respuesta para nuestras diarias confrontaciones con el enemigo. Por eso es que, al leer los Evangelios, frecuentemente hallamos a Jesús orando. El oró en medio de los hipócritas en el templo, en medio de las multitudes, en las laderas de las montañas, reunido con sus discípulos, en un atestado aposento alto y a solas en los montes de las afueras de Jerusalén. La oración fue más que parte de la vida de Cristo: fue su vida.
Algunas veces Jesús pasó noches enteras orando. En su momento de mayor necesidad, rogó a sus discípulos que velaran con El durante sólo una hora; pero era de noche, y la tentación de dormir era demasiado grande. ¡Las ovejas estaban durmiendo, y el Pastor tuvo que librar su batalla solo!
¿Pero cómo es posible que alguien pueda orar una hora entera? Esta es otra pregunta frecuente. Fue una pregunta que yo también tuve que contestar, desde el momento mismo en que decidí aceptar personalmente el llamamiento de Cristo . a "velar" con El una hora diariamente. ·
Mientras buscaba la respuesta, presenté el asunto ante Dios en oración. Al fin y al cabo, si, en primer lugar, la oración obra realmente, entonces hacer una oración relacionada con la manera de orar, debe tener prioridad.
Dios contestó mi oración con un plan sencillo. Me indicó cómo estructurar mi hora de oración en doce aspectos bíblicos. 'Desde que comencé a usar este plan, me ha parecido imposible dejar de cumplir este compromiso diario de oración. De repente, mi ejercicio de devociones se convirtió en el deleite de mi vida. Con frecuencia, el tiempo asignado para cada aspecto de la oración se ha extendido mucho de manera accidental, y ha transformado una hora en un día entero. Es difícil explicar esto plenamente, pero el deleite aumenta constantemente.
Para comenzar a usar este sencillo plan, usted puede dividir su hora en doce "puntos de enfoque" de cinco minutos cada uno. Esto permite designar una cantidad específica de tiempo para cada aspecto de la oración. (Si a usted le parece que una hora es una meta demasiado elevada, comience con doce minutos: un minuto para cada uno de los doce aspectos.) A veces, algunos aspectos pueden requerir tan sólo unos pocos momentos, mientras que otros, como la intercesión a favor de los inconversos, pueden exigir muchísimo más de cinco minutos. En otros casos, usted puede omitir o combinar algunos de los aspectos.
Sin importar la manera en que usted aplique estos elementos. de la oración, los hallará refrescantes y emocionantes. Y piense usted en el impacto que producirá en el atribulado mundo, este regalo diario de sesenta minutos. Una hora diaria durante todo un año, equivale a 365 horas anuales, es decir a 45 días continuos de "ocho horas". Imagínese usted qué sería pedirle a su patrón un permiso de seis semanas el próximo año, para poder estar con Jesús en oración a favor del mundo. Tal es el poder que proviene · de dar a Dios tan sólo sesenta minutos al día (cuando se proyecta para todo un año).
De modo que, vayamos con regocijada esperanza a descubrir nuevos secretos de la oración que cambia al mundo. Pronto cantaremos con nueva emoción:
Oh, qué deleite tan puro la hora que ante tu trono paso, cuando me arrodillo a orar y contigo, oh Dios, de amigo a Amigo conversar.
¡0h! Una hora con Dios sobrepasa infinitamente a todos los placeres y deleites de este mundo."
David Brainerd
Importante
El plan de oración de doce pasos que aparece en este libro, debe aplicarse con libertad espiritual y no con rigidez legalista. Después de practicar estos pasos durante varios días o semanas, desarrolle usted su propio programa.
El desafío - La hora que cambia al mundo
Revisado por el equipo de Nexo Cristiano
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diciembre 25, 2022
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