El canto - La hora que cambia al mundo
- 9 -
El CANTO:
un acto de adoración melódica
LLas palabras de adoración combinadas con una melodía que salga del corazón conducen a la más bella forma de alabanza. Martín Lutero expresó tal pensamiento del siguiente modo: "El don del lenguaje combinado con el don del canto le fue dado al hombre para que proclame la Palabra de Dios por medio de la música."
Aquí descubrimos uno de los aspectos más descuidados de la adoración personal; cantar a solas en la presencia de Dios. El salmista ordenó: "Cantad alegres a Dios, habitantes de toda la tierra. Servid a Jehová con alegría; venid ante su presencia con regocijo" (Salmo 100:1, 2).
En tanto que muchos creyentes participan con libertad en el canto de la congregación, son pocos los que han descubierto el gozo de cantar al Señor durante la oración. Me sorprendió el hecho de descubrir que, en una colección de más de 150 libros que tratan sobre la oración, sólo unos pocos mencionan el canto, y eso, de paso.
Sin embargo, no menos de 41 de los salmos se refieren específicamente a cantar alabanzas al Señor. En varios de estos salmos, el que estudia el tema de la oración puede hallar el mandamiento de cantar hasta tres - o cuatro veces. Ciertamente tiene que haber poder en el acto de presentarle una ofrenda personal de canto al Señor en la oración privada.
La piadosa misionera Mary Slosser, quien trabajó con diligencia entre los chinos, habló acerca de la importancia de la música en su vida de oración. Explicó ella: "¡Yo canto la doxología y así despido al diablo!" Con respecto al poder del canto, Amy Carmichael agrega: "Creo verdaderamente que Satanás no puede soportarlo; así · que se escurre . del cuarto - más o menos - cuando hay un verdadero canto. La oración surge de manera más fácil, más espontánea, después que uno ha permitido que esas alas, esas palabras y esa música lo saquen de sí mismo y lo lleven a ese aire superior."
¿Qué debemos cantar durante la oración? En dos distintas ocasiones habló Pablo acerca de esto: "Alabando al Señor en vuestros corazones con salmos, con himnos y cánticos espirituales" (Efesios 5:19; Colosenses 3:16).
Cuando Pablo habló de "cánticos espirituales", .se estaba refiriendo a un canto que se originaba en el corazón del creyente. La palabra "espirituales", en el sentido que se usa en estos versículos, significa inspirados por el Espíritu. En este caso; Pablo no pudo haberse referido al uso pues cuando él escribió estas palabras, aún faltaban muchos siglos para que se publicaran himnarios. Indudablemente los salterios copiados a mano eran sumamente escasos.
Recordamos también que Pablo y Silas "cantaban himnos" a Dios mientras estaban en la cárcel (Hechos 16:25). Ciertamente no había himnarios en aquella húmeda celda. Con toda seguridad, sus cantos de alabanza se basaron en melodías que salían de sus corazones. A estas melodías se agregaron palabras personales de alabanza.
El canto como arma
Cantar al Señor durante la oración es más que meramente una fresca y emocionante manera de ministrar al Señor. Es realmente un arma de guerra que agrega inmenso poder a nuestra oración. Veamos un pasaje del Antiguo Testamento que apoya esta afirmación:
En 2 Crónicas 20 leemos que Moab, Amón y los habitantes del monte de Seir se levantaron en guerra contra el rey Josafat de Judá. Al oír acerca de esta conspiración, Josafat llamó al pueblo de Judá al arrepentimiento. De toda la nación se reunieron para orar y ayunar. '
Por medio de Jahaziel el profeta, Dios le prometió a Josafat que obtendría la victoria en la batalla. Los detalles completos de esta batalla se nos dan en los versículos 20-22: "Y cuando se levantaron por la mañana, salieron al desierto de Tecoa Y mientras ellos salían, Josafat, estando en pie, dijo: Oídme, Judá y moradores de Jerusalén. Creed en Jehová vuestro Dios, y estaréis seguros; creed a sus profetas, y seréis prosperados. Y habido consejo con el pueblo, puso a algunos. que cantasen y alabasen a Jehová, vestidos de ornamentos sagrados, mientras salía la gente armada, y que dijesen: Glorificad a Jehová, porque su misericordia es para siempre. Y cuando comenzaron a entonar cantos de alabanza, Jehová puso contra los hijos de Amón, de Moab y del monte de Seir, las emboscadas de ellos mismos que venían contra Judá, y se mataron los unos a los otros" (cursivas del autor).
Posteriormente, la narración relata que las tropas de Judá llegaron al frente de batalla sólo para descubrir que el enemigo ya había sido derrotado. Dios pudo haber enviado huestes angelicales para librar la batalla, pero la Biblia dice: "Y se mataron los unos a los otros" (v. 22). No hay evidencia de que otras tropas hubieran ayudado a Judá a ganar la campaña.
La clave de este relato se halla en las palabras del versículo 22: "Y cuando comenzaron a entonar cantos de alabanza, Jehová puso... las emboscadas..." La victoria comenzó y terminó con adoración musical. Tan grande fue la bendición de la victoria, que la Biblia declara: "Viniendo entonces Josafat y su pueblo a despojarlos, hallaron entre los cadáveres muchas riquezas, así vestidos como alhajas preciosas ... tantos, que no los podían llevar" (2 Crónicas 20:25; cursivas del autor).
Cuando la campaña hubo concluido por completo, Josafat y el pueblo de Judá llamaron aquel paraje, valle de Beraca, que significa "bendición". En verdad, el ministerio del canto, cuando se lo usa adecuadamente en la oración, es un arma que siempre conduce a la bendición.
El tema de los cantos
¿Cómo hacemos que el cantar al Señor sea práctico en el hábito de la oración diaria? Por supuesto, podemos cantar himnos bien conocidos, de memoria o con la ayuda del himnario. Sin embargo, esto puede tender a agregar una forma no deseada a este aspecto de la oración, en el mismo sentido que la lectura de las oraciones de otra persona con frecuencia le quita vida a nuestra oración.
Más bien, pídale al Espíritu Santo que cree nuevas melodías dentro de su corazón. Con esas melodías puede cantar cánticos espirituales basados en una variedad de temas.
La Biblia enumera por lo menos seis distintos temas que pueden usarse para ministrar al Señor por medio del canto. Usted no tiene que cantar himnos basados en todos estos temas durante cada hora de oración, aunque tal lista indica el amplio fundamento bíblico de este tipo de adoración.
Cantos de alabanza
En primer lugar, cante usted alabanzas al Señor. Tal fue la adoración de Pablo y Silas en la cárcel: "Cantaban himnos a Dios" (Hechos 16:25). El salmista declaró: "Alabad a JAH, porque él es bueno; cantad salmos a su nombre, porque él es benigno" (Salmo 135:3; cursivas del autor). Durante esta fase de canto en la oración, tal vez usted quiera cantar alabanzas, en vez de expresarlas con palabras. Como ya se sugirió, permita usted que la melodía fluya de su corazón. No se preocupe si la voz suya suena algo desagradable.
En muchas ocasiones, .cuando mis hijas eran . más pequeñas, ellas entonaban cantos a su padre. A menudo los iban componiendo mientras los cantaban. Con igual frecuencia, estaban levemente desentonadas. Sin embargo, yo siempre me deleitaba cuando ellas acudían a mí con sus cánticos especiales. Cada canto era especial a causa de la sinceridad del corazón de ellas, y por cuanto las cantantes eran objetos del afecto de su padre.
Así sucede con nuestro "cántico espiritual". El cantar alabanzas al Señor produce gozo en el corazón de Dios, a causa de su intenso amor por nosotros.
Cantos de poder y de misericordia
En segundo lugar, cante acerca del poder y de la misericordia de Dios. "Pero yo cantaré de tu poder", declaró el salmista, "y alabaré de mañana tu misericordia: porque has sido mi amparo y refugio en el día de mi angustia" (Salmo 59:16). Notemos que el salmista habla de cantar, o sea, de cantar en alta voz. La idea es que nuestro canto no se confine sólo al corazón. Debe ser una expresión vocal de alabanza a Dios, con melodía.
Cantar acerca del poder de Dios es expresar por medio del canto todo lo que Dios ha realizado . con su poder. Cantar acerca de su misericordia es cantar acerca de su fidelidad y justicia. En efecto, todo lo que Dios es puede convertirse en tema de un cántico espiritual personal.
Cantos de acción de gracias
En tercer lugar, entone un canto dé acción de gracias. Volvamos a ver las palabras del salmista: "Cantad a Jehová con alabanza, cantad con arpa a nuestro Dios" (Salmo 147:7; cursivas del autor). Corno ya se dijo en capítulos anteriores, la alabanza debe reconocer lo que Dios es. La acción de gracias, por otra parte, debe reconocer lo que Dios ha hecho a favor de nosotros. En Esdras 3:11 podernos leer: "Y cantaban, alabando y dando gracias a Jehová." Al cantar con acción de gracias, creamos un cántico basado en aquellas específicas dádivas o bendiciones que Dios nos ha otorgado.
Es triste decirlo, pero son pocos los creyentes que hayan experimentado alguna vez el gozo de dar gracias a Dios en canto por cosas pequeñas corno la comida y la ropa. Si podernos dar gracias a Dios verbalmente por cualquier cosa, también se las podernos expresar musicalmente. No vacile usted en combinar periódicamente la acción de gracias con el canto durante su hora de oración. Cante "gracias" específicas al Señor por sus generosos dones.
Cantos al nombre de Dios
En cuarto lugar, cante al nombre de Dios. Es bíblico cantar al nombre del Señor. El salmista dio el siguiente testimonio: "Alabaré yo el nombre de Dios con cántico, lo exaltaré con alabanza" (Salmo 69:30).
Como ya lo sugerí en el capítulo que se refiere a la alabanza, el nombre del Señor en el Antiguo Testamento puede ser una referencia directa al. nombre que Dios tomó para Sí cuando vino a ·la tierra en la forma de su Hijo. La Biblia dice: "Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo" (2 Corintios 5:19). Esto-hace posible que alabemos el nombre del Señor Jesucristo en el canto. Todo lo que Jesús es o lo que hizo puede convertirse en tema de nuestro canto durante el tiempo que pasamos a solas en la presencia de Dios.
Cantos de la Palabra de Dios
En quinto lugar, cante usted la Palabra de Dios. El salmista habla una vez más acerca del poder del canto: "Cánticos fueron para mí tus estatutos en la casa en donde fui extranjero" (Salmo 119:54). Otra excelente manera de adorar a Dios en el canto consiste en poner melodía a la Palabra de Dios. Sabemos que a los cristianos de la ,iglesia primitiva se los amonestaba a que cantas en porciones de la Palabra de Dios. Santiago aconsejó: "Está alguno entre vosotros afligido? Haga oración. ¿Está alguno alegre? Cante alabanzas" (Santiago 5:13; en nuestra versión antigua dice: "Cante salmos"). Ciertamente esta admonición no se aplica sólo al cantar en una reunión de creyentes. Una persona puede estar afligida cuando está sola como cuando está con la congregación. Si está sola y afligida; debe orar. Similarmente, si alguno (note usted el hincapié que se hace en el singular) está alegre, cante. Cualquier creyente que esté feliz en Cristo tiene por lo menos un tema para un canto personal durante la oración. Puede expresar su gozo con un cántico espiritual.
Cantos del corazón
Finalmente, entone un cántico nuevo. El salmista expresó lo siguiente: "Oh Dios, a ti cantaré ·cántico nuevo; con salterio, con decacordio cantaré a ti" (Salmo 144:9).
El término "nuevo" se refiere a algo fresco. Un "cántico nuevo" significa mi propio canto, no el de alguna otra persona. Se refiere a un canto del corazón que nunca antes he cantado. El cántico de ayer no es adecuado para esta categoría de canto. El tema puede ser similar, pero el canto será nuevo. Por supuesto, todos los variados temas que existen para el canto entran en esta categoría, si nunca antes hemos cantado tal melodía ni tales palabras. Aun el canto de un pasaje bíblico de un nuevo modo puede ser un "cántico nuevo" del corazón.
El canto entre las naciones
Sólo la imaginación puede limitar nuestro cantar cánticos nuevos al Señor. Una amiga mía me contó cómo Dios la dirigió a usar un mapa del mundo durante su tiempo de canto. Durante más de dos horas ella cantó utilizando los nombres de los doscientos diez países que aparecen en el mapa. El canto de ella era sencillo. Cantaba acerca de la gloria de Dios que se derramaba sobre cada nación. La melodía era nueva, creada en su corazón.
Me explicó que ése fue uno de los tiempos de adoración más bellos que ella recordaba. Nunca · antes había entonado ese cántico. Tal. vez, por medio del Espíritu de Dios, ella estaba cumpliendo la expresión del salmista: "Te alabaré entre los pueblos, oh Señor; cantaré de ti entre las naciones" (Salmo 57:9). Al entonar su canto especial, esa amiga experimentó un nuevo gozo en su vida de oración.
En verdad, el cantar al Señor es especialmente importante, por cuanto nos entrena en muchos nuevos aspectos de la adoración. Al fin y al cabo, la adoración será nuestro propósito eterno en el. cielo, y el canto constituirá una gran parte de este propósito eterno. De hecho, notemos la descripción que nos da Isaías de los creyentes que entran en Sion: "Ciertamente volverán los redimidos de Jehová; volverán a Sion cantando, y gozo perpetuo habrá sobre sus cabezas; tendrán gozo y alegría, y el dolor y el gemido huirán" (Isaías 51:11). ·
Si el canto ha de jugar un papel tan esencial en la adoración celestial, ciertamente debe hacerle bien al creyente el ejercitarse para el día en que nos unamos en un canto celestial para ministrar al Señor en nuestra eterna Sion...
Señor, ¡enséñame a cantar!
El canto: noveno paso en la oración que cambia al mundo
- Haga usted una pausa en su hora de devoción para cantar un cántico específico al Señor.
- Seleccione un tema especial para su canto, como la alabanza, la acción de gradas, o un pasaje predilecto de la Biblia.
- Pida al Espíritu Santo que cree una melodía original en su corazón, para que su canto sea verdaderamente un "cántico nuevo".
- No vacile en entonar "cantos de alabanza" por las bendiciones o las victorias específicas que usted crea que Dios le dará en los días venideros.
El canto - La hora que cambia al mundo
Revisado por el equipo de Nexo Cristiano
on
diciembre 26, 2022
Rating: