La ignorancia bíblica, un problema en crecimiento, por Raúl Zaldívar
La Biblia es la Palabra de Dios en la palabra de los hombres, escrita por unas cuarenta personas en tres continentes diferentes en un espacio de tiempo que oscila en los dos mil años. Los idiomas en que fue escrita la Biblia fue el hebreo y arameo, el Antiguo Testamento y el griego koiné el Nuevo Testamento. Los Hagiógrafos o escritores de la Biblia eran personajes de diferentes antecedentes sociales, académicos y culturales que sin duda escribieron bajo la inspiración del Espíritu Santo pero en el contexto de la realidad en la que ellos vivían. De allí el gran desafío de los intérpretes, predicadores y maestros en la actualidad, el de establecer el puente que conecte el mundo del hagiógrafo con el mundo de la persona que vive en nuestra sociedad y en el caso de América Latina, con el individuo que enfrenta cualquier cantidad de desafíos socio - económicos.
A pesar que hay un consenso generalizado de que la Biblia es la Palabra de Dios y que han surgido cualquier cantidad de versiones de la Biblia y que el cristianismo ha crecido vertiginosamente, sigue existiendo una ignorancia brutal acerca del libro que contiene el mapa de ruta para el hombre de todos los tiempos.
Será nuestro trabajo en estas líneas enumerar algunas de las causas de la Ignorancia bíblica no solamente en la sociedad en general, sino en el seno de la Iglesia misma.
Una de las causas fundamentales de la ignorancia bíblica es la falta de promoción del liderazgo. Allá por el año 1982 tuve el gusto de conocer a Marcial Cantarero, quien leyó la Biblia de tapa a tapa más de 100 veces y a quien llamaban la concordancia andante de don Enrique Peñalva. Marcial sembró en mi el deseo de leer la Biblia y para lograr esto se valía de un testimonio de D.L. Moody quien contaba que había leído la Biblia más de 100 veces y que cada vez le parecía un libro nuevo y sobre todas las cosas, Marcial se valía de su ejemplo, pues se levantaba a las dos de la mañana y caminando, para no dormirse, comenzaba a leer hasta la seis de la mañana. Usualmente, leía más de 100 capítulos diarios. En mi caso personal logré leer la Biblia 13 veces en 3 años, pero Juan Carlos Valladares la leyó más de 20 veces. Hagamos cuentas, sí la Biblia tiene 1189 capítulos, Marcial Cantarero leyó 118,900 capítulos en menos de 5 años. No estoy diciendo que hagamos lo mismo, lo que estoy diciendo es que es un imperativo categórico el promover la lectura de la Biblia a nivel del liderazgo de la Iglesia, pero para eso necesitamos una buena promoción y el ejemplo de los líderes. Fue el ejemplo de Marcial lo que hizo que nuestras dudas se disiparan. Nosotros queríamos ser como él.
Otra de las causas fundamentales de la ignorancia bíblica es el aducir falta de entendimiento. Volviendo al caso de Marcial Cantarero, una vez le preguntamos, Pero Marcial, no entiendo lo que leo a lo que él contesto ¿Ud. entiende todos los elementos de los alimentos que come? La respuesta fue no, a lo que él replicó ¿Lo sostienen los alimentos que come? Claro que sí respondí. Así mismo la Biblia, aunque no entienda, la lectura lo sostendrá. Sin lugar a dudas, la Biblia tiene sus complejidades, por eso existe una ciencia que se llama Hermenéutica, que nos da los principios y las reglas para interpretar la Biblia. También está la Exégesis, que es la ciencia que me da las herramientas para poder analizar el Texto e interpretarlo posteriormente. El dominio de estas ciencias es un proceso educativo de muchos años y está reservado para una élite de la Iglesia que son los científicos de la teología. A pesar de lo dicho anteriormente, la Biblia es un libro para todos, pues las personas que no sean científicos de las ciencias bíblicas, entenderán la Palabra de Dios a su nivel y la misma será pertinente para sus necesidades. Aducir falta de entendimiento para no leer la Biblia es en realidad un pretexto burdo para justificar la pereza y la desidia.
Para finalizar, mencionar otra causa y quizás las más importante la intervención de fuerzas espirituales extrañas. Sí el conocimiento bíblico es liberador, ... y conoceréis la verdad y la verdad os hará libres... entonces es lógico que haya un interés manifiesto de las fuerzas del mal para que el hombre no alcance su emancipación. Este encadenamiento trae como aparejada consecuencia que las personas sigan atadas a pecados ancestrales, vicios públicos y ocultos y en el seno de la Iglesia que las personas no crezcan espiritualmente. El Señor señala enfáticamente... no solo de pan vivirá el hombre... es decir, la Palabra de Dios que está en la Biblia es la fuente que todos necesitamos no solamente para tener una vida espiritual, sino para crecer como personas, como familia y como sociedad, pero también para protegernos de herejías y enseñanzas que nos llevan al fracaso.
Hay muchas otras razones de la ignorancia de la Biblia, pero estas que han sido abordadas son más que suficiente para clarificar el tema. Ahora no quiero terminar este artículo sin motivar a mis lectores a que comiencen a leer la Biblia. Comience por el libro de San Juan, siga con Mateo hasta terminar el Nuevo Testamento y por último lea el Antiguo Testamento. Sí José Cecilio del Valle dijo que el estudio más digno de un americano era América, pues parafraseando podemos decir que el estudio más digno de un cristiano es la Biblia
A pesar que hay un consenso generalizado de que la Biblia es la Palabra de Dios y que han surgido cualquier cantidad de versiones de la Biblia y que el cristianismo ha crecido vertiginosamente, sigue existiendo una ignorancia brutal acerca del libro que contiene el mapa de ruta para el hombre de todos los tiempos.
Será nuestro trabajo en estas líneas enumerar algunas de las causas de la Ignorancia bíblica no solamente en la sociedad en general, sino en el seno de la Iglesia misma.
Una de las causas fundamentales de la ignorancia bíblica es la falta de promoción del liderazgo. Allá por el año 1982 tuve el gusto de conocer a Marcial Cantarero, quien leyó la Biblia de tapa a tapa más de 100 veces y a quien llamaban la concordancia andante de don Enrique Peñalva. Marcial sembró en mi el deseo de leer la Biblia y para lograr esto se valía de un testimonio de D.L. Moody quien contaba que había leído la Biblia más de 100 veces y que cada vez le parecía un libro nuevo y sobre todas las cosas, Marcial se valía de su ejemplo, pues se levantaba a las dos de la mañana y caminando, para no dormirse, comenzaba a leer hasta la seis de la mañana. Usualmente, leía más de 100 capítulos diarios. En mi caso personal logré leer la Biblia 13 veces en 3 años, pero Juan Carlos Valladares la leyó más de 20 veces. Hagamos cuentas, sí la Biblia tiene 1189 capítulos, Marcial Cantarero leyó 118,900 capítulos en menos de 5 años. No estoy diciendo que hagamos lo mismo, lo que estoy diciendo es que es un imperativo categórico el promover la lectura de la Biblia a nivel del liderazgo de la Iglesia, pero para eso necesitamos una buena promoción y el ejemplo de los líderes. Fue el ejemplo de Marcial lo que hizo que nuestras dudas se disiparan. Nosotros queríamos ser como él.
Otra de las causas fundamentales de la ignorancia bíblica es el aducir falta de entendimiento. Volviendo al caso de Marcial Cantarero, una vez le preguntamos, Pero Marcial, no entiendo lo que leo a lo que él contesto ¿Ud. entiende todos los elementos de los alimentos que come? La respuesta fue no, a lo que él replicó ¿Lo sostienen los alimentos que come? Claro que sí respondí. Así mismo la Biblia, aunque no entienda, la lectura lo sostendrá. Sin lugar a dudas, la Biblia tiene sus complejidades, por eso existe una ciencia que se llama Hermenéutica, que nos da los principios y las reglas para interpretar la Biblia. También está la Exégesis, que es la ciencia que me da las herramientas para poder analizar el Texto e interpretarlo posteriormente. El dominio de estas ciencias es un proceso educativo de muchos años y está reservado para una élite de la Iglesia que son los científicos de la teología. A pesar de lo dicho anteriormente, la Biblia es un libro para todos, pues las personas que no sean científicos de las ciencias bíblicas, entenderán la Palabra de Dios a su nivel y la misma será pertinente para sus necesidades. Aducir falta de entendimiento para no leer la Biblia es en realidad un pretexto burdo para justificar la pereza y la desidia.
Para finalizar, mencionar otra causa y quizás las más importante la intervención de fuerzas espirituales extrañas. Sí el conocimiento bíblico es liberador, ... y conoceréis la verdad y la verdad os hará libres... entonces es lógico que haya un interés manifiesto de las fuerzas del mal para que el hombre no alcance su emancipación. Este encadenamiento trae como aparejada consecuencia que las personas sigan atadas a pecados ancestrales, vicios públicos y ocultos y en el seno de la Iglesia que las personas no crezcan espiritualmente. El Señor señala enfáticamente... no solo de pan vivirá el hombre... es decir, la Palabra de Dios que está en la Biblia es la fuente que todos necesitamos no solamente para tener una vida espiritual, sino para crecer como personas, como familia y como sociedad, pero también para protegernos de herejías y enseñanzas que nos llevan al fracaso.
Hay muchas otras razones de la ignorancia de la Biblia, pero estas que han sido abordadas son más que suficiente para clarificar el tema. Ahora no quiero terminar este artículo sin motivar a mis lectores a que comiencen a leer la Biblia. Comience por el libro de San Juan, siga con Mateo hasta terminar el Nuevo Testamento y por último lea el Antiguo Testamento. Sí José Cecilio del Valle dijo que el estudio más digno de un americano era América, pues parafraseando podemos decir que el estudio más digno de un cristiano es la Biblia
Por Raúl Zaldívar Fuente sitio web del autor |
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